El gran esfuerzo por diversificar sus actividades después de la Segunda Guerra Mundial, llevo a Gustavo Winter a embarcarse en proyectos agrícolas, ganaderos y turísticos en Fuerteventura. La adquisición de maquinaria, herramientas y mercancías desde la Península Ibérica se convirtió en una necesidad crucial para llevar a cabo estas empresas con éxito. A pesar de las dificultades y restricciones impuestas por el gobierno español debido a los acuerdos de Bretton Woods, la sociedad ACSA, en la que Winter era accionista mayoritario junto a D. Manuel Girona, logró sortear los obstáculos y finalmente obtuvo la aprobación para importar estos recursos a la isla. El transporte de esta maquinaria y mercancías desde la Península hasta Fuerteventura se realizó en varias etapas, involucrando barcos como el Romeu, el Río Francolí y el Darro.
Una vez perdidos por causa de la Guerra los barcos adquiridos y las instalaciones previstas para el proyecto pesquero, Gustavo Winter se centró en desarrollar otras actividades: la agricultura, la ganadería, las salinas, etc., y a finales de los 50 comenzó la promoción turística. Para todo ello se precisaba mejorar las comunicaciones —por eso construyó carreteras— e incrementar los recursos hídricos: de ahí la repoblación forestal, la mejora de las galerías de agua, la construcción de represas para retener el agua caída en las infrecuentes pero fuertes lluvias del invierno, el alumbramiento de pozos, la construcción de estanques y gavias, etc. Por este motivo, la sociedad ACSA de la que eran accionistas mayoritarios D. Manuel Girona y Gustavo Winter había adquirido maquinaria y herramientas agrícolas, y muchos otros utensilios y mercancías.
El gobierno español se solidarizó con los acuerdos de la Conferencia Internacional Financiera y Monetaria de Bretton Woods de las potencias aliadas de los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, adhiriéndose a la resolución 6ª de la citada Conferencia y dictó el Decreto-ley de 5 de mayo de 1945, elevado a ley el 17 de julio de 1945, por el que quedaron bloqueados los bienes de los súbditos alemanes. En virtud de ello, la sociedad ACSA estuvo afectada por el Servicio de Bloqueo de Bienes Extranjeros. A finales de 1946 quedó “exceptuada de dicha inmovilización”, por lo que durante los meses siguientes se envió a Fuerteventura toda la maquinaria y mercancías almacenadas.
En algunas publicaciones se ha hecho referencia a la llegada a Jandía de cientos de bultos de sospechoso contenido, datándolo erróneamente en años anteriores. Se adjuntan las cartas, que nos indican las fechas de llegada de esta mercancía, su contenido y procedencia.
Durante el año 1947 esta maquinaria y mercancías se trasladaron desde la Península a Gran Canaria en los barcos Romeu, Río Francolí y en el Darro. Luego se enviaban a Fuerteventura: la maquinaria y bultos pesados a Gran Tarajal en el Vapor La Palma o en el Viera y Clavijo; las mercancías más ligeras en el Guanchinerfe para ser descargadas en la playa de la Cebada (Morro Jable)
Del examen de estas partidas se deduce que Gustavo Winter tenía previsto un pronto y definitivo traslado a Jandía —que finalmente se retrasó hasta septiembre de 1948—.
Llegó maquinaria agrícola diversa: 3 pequeños tractores de mano “Holderraktoren” —muy utilizados en África, con un pequeño motor de gasolina—, arados, rastrillos, juegos de labranza, sembradoras, excavadoras y prensas de patatas, herramientas agrícolas y de jardinería y otros útiles, molinos para el maíz, motores, fresas de motores, etc.
También se recibió material de laboratorio para el análisis de aguas y tierras, material sanitario, medicamentos e instrumental veterinario, principalmente para el ganado. Además llegaron diferentes máquinas de coser y de cortar cuero, y máquinas de coser velas, pues los barquillos de pesca por entonces iban a vela. También se enviaron muebles, libros e instrumentos de música. Destinadas al chalet de Cofete llegaron baterías de cocina, loza sanitaria, cristalería, madera de pino, etc.
En el mes de agosto llegó un tractor oruga para emplear en la agricultura y arreglar caminos. Para poder trasladarlo a Gran Tarajal en el Viera y Clavijo hubo que desarmarlo en piezas y, una vez descargado en el muelle, fue armado por el Maestro Vicente y conducido por carretera hasta Morro Jable.
En estos dos documentos (1947.1.2 y 1947.1.3) se incluyen varias de las cartas en las que se menciona el envío desde Gran Canaria o la recepción en Jandía de la mercancía, con una relación detallada de la misma.