Cofete, el remoto y misterioso territorio del sur de Fuerteventura, ha sido durante mucho tiempo el escenario de numerosas historias y mitos. Uno de los mitos más persistentes es el de la alambrada que rodeaba el extenso territorio entorno al Chalet de Cofete y que supuestamente ocultaba secretos oscuros. Sin embargo, en el apartado la alambrada muy bien documentado, desvela la verdadera historia detrás de la alambrada y demuestra que muchas de estas historias son falsas y tergiversadas.
La alambrada en cuestión ha sido objeto de numerosas teorías conspirativas y leyendas a lo largo de los años. Se afirmaba que esta alambrada, que supuestamente impedía el acceso de las personas a la Península de Jandía, se construyó para ocultar actividades clandestinas en el Chalet de Cofete. Sin embargo, la evidencia histórica desmiente estas afirmaciones y revela una verdad mucho más sencilla.
La construcción del Chalet de Cofete es un punto de partida crucial para entender la cronología de la alambrada. A menudo se afirmaba que el chalet se construyó durante el período de la Segunda Guerra Mundial, lo que alimentaba la teoría de que la alambrada se utilizaba para ocultar actividades sospechosas durante la guerra. Sin embargo, la verdad es que el chalet se comenzó a construir años después de la Segunda Guerra Mundial, lo que desacredita por completo esta teoría.
En lugar de ocultar secretos de guerra, la alambrada tenía un propósito mucho más mundano. Para comprenderlo, debemos remontarnos a la historia de Fuerteventura. Desde el siglo XV, existió una muralla conocida como "La Pared de Jandía", una construcción prehispánica que se extendía desde Barlovento (La Pared) hasta Sotavento (Matas Blancas), separando los reinos de Maxorata y Jandía. Esta muralla tenía una longitud de aproximadamente 6 kilómetros y se mantuvo durante siglos.
Sin embargo, con el tiempo, gran parte de esta muralla se había deteriorado y desaparecido. En documentos de la época, como las cartas de Gustav Winter a diversas personas, se menciona la existencia de vestigios muy limitados de la antigua muralla. La mayoría de estos vestigios tenían alturas que oscilaban entre los 20 cm y 1 metro. Además, en una epoca de intensivo aprovechamiento de la piedra de cal de Fuerteventura, se desbarató parte de la muralla para obtener materiales de construcción.
Es importante destacar que en 1946, Gustav Winter contempló la posibilidad de reconstruir el antiguo muro utilizando cal y piedras. Sin embargo, esta idea no prosperó, en parte debido a la experiencia previa de construir muros similares en Jandía para evitar que el ganado accediera a zonas forestales y de cultivo. Estos muros eran vulnerables en tiempos de sequía y a menudo eran destruidos por el ganado.
La verdadera razón detrás de la construcción de la alambrada en 1949 fue la firma del Convenio de Medianería con los medianeros de la finca. Bajo este acuerdo, se decidió construir la alambrada, que consistía en postes de madera y alambre de púas. Esta decisión tenía un propósito claro y lógico:
- En primer lugar, se buscaba controlar la salida y venta del ganado y los productos agrícolas fuera de la finca, ya que el propietario de la finca compartía el 50% de la producción con los medianeros.
- En segundo lugar, se quería evitar que animales del exterior ingresaran en la finca y comieran los pastos, siempre escasos en Jandía.
Finalmente, se buscaba proteger a las ovejas de la raza Karakul, adquiridas en 1948, que se encontraban en la zona del Jable y que debían mantener su pureza genética. La cría de estas ovejas tenía como objetivo la obtención de pieles muy preciadas para la fabricación de abrigos de astracán.
La construcción de la alambrada fue un acto pragmático y necesario en el contexto de la explotación agrícola y ganadera de la finca. No tenía relación con oscuros secretos ni actividades clandestinas en el Chalet de Cofete. Fue una medida que se tomó para gestionar la producción y proteger los intereses económicos de los propietarios y medianeros de la finca.
A medida que la industria turística comenzó a desarrollarse en la zona y la actividad agrícola y ganadera disminuyó debido a las sequías y bajos rendimientos, la alambrada perdió relevancia y finalmente desapareció (1962). El chalet y la finca de Cofete han quedado como testigos de una época pasada y de una historia que, aunque llena de misterio, se puede entender con mayor claridad a través de la evidencia.
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